Las expectativas

Según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) estos son los significados de la palabra "expectativa":

1. Esperanza de realizar o conseguir algo
2. Posibilidad razonable de que algo suceda
3. Posibilidad de conseguir un derecho, una herencia, un empleo u otra cosa al ocurrir un suceso que se prevé.

¿Cómo aplicamos estas definiciones de "expectativa" a la Psicología?

Podemos observar las expectativas desde dos perspectivas diferentes:

La primera de ellas hace referencia a los logros personales e individuales que queremos conseguir en la vida, ya sea trabajo, amor, familia, amistad, etc y para conseguir lo que deseamos ponemos en marcha una serie de actuaciones que nos encaminan hacia la meta propuesta. Es importante analizar de forma consciente nuestras capacidades, actitudes, aptitudes, motivación, etc, para proponernos alcanzar metas realistas, es decir, metas que podamos alcanzar y que no sean demasiado sencillas pero que tampoco entrañen una dificultad excesiva.

La segunda perspectiva desde la que podemos enfocar el término "expectativa" es desde el ámbito social, es decir, cómo influyen las expectativas en las relaciones interpersonales.

Las expectativas que tenemos sobre una persona hace referencia a lo que se espera de ella, es decir, lo que esperamos que haga o diga. Esto tiene una gran repercusión en nuestra manera de actuar y de comportarnos con los demás, especialmente en la etapa de la infancia. Los niños aprenden a base de reforzamiento por parte de sus padres o tutores legales y tienden a repetir aquellas conductas por las que ha sido reforzado (hablaré en otra entrada de los tipos de reforzadores que existen).

De esta manera, los niños y las personas en general asumimos un rol determinado dentro de la familia, los amigos, el colegio, el trabajo, etc, por lo que cada una de las personas esperan una serie de comportamientos característicos y propios de nosotros. Tendemos a repetir aquellas conductas por las que nos han premiado y a omitir o extinguir aquellas conductas no aceptadas socialmente o no aceptadas en el seno familiar.

Las expectativas tienen especial importancia cuando una persona decide cambiar algún aspecto de su vida o su comportamiento, apareciendo un conflicto intrapersonal primero e interpersonal más tarde. Es decir, cuando una persona decide realizar un cambio en algún aspecto de su conducta entran en juego las expectativas que los demás tienen de esa persona y a veces dichas expectativas no se ven correspondidas. A veces, una persona no se comporta como los demás esperan que lo haga en alguna situación determinada y ahí es donde aparece el conflicto. La persona que decide cambiar tiene que volver a "adjudicarse" un nuevo rol dentro de cada grupo.

A veces nos pasa también que esperamos algo de alguien, bien que nos apoye en determinadas circunstancias, que sonria después del chiste que le hemos contado, que esté triste ante la muerte de un fallecido... pero si no es así, aparece en nosotros una sensación extraña, como si algo no encajara...

Debemos ser conscientes de que existen en nosotros estas expectativas acerca de nosotros mismos y sobre los demás y hay que procurar "no caer" en la incertidumbre o el conflicto cuando no damos lo que se espera de nosotros o no percibimos en una persona lo que esperamos de ella.

Las personas somos flexibles y esto es una gran ventaja que debemos aprovechar.

Nota: añado una nueva idea a esta entrada: debemos ser como queremos ser en cada momento, como nosotros mismos decidamos ser y no tenemos por qué satisfacer las expectativas que los demás tengan de nosotros. Eso sí, los demás tienen derecho a esperar de nosotros y pensar lo que quieran, debemos respetar esa libertad.

¿Qué opináis vosotros?